Artículo escrito por Will Hart, General Manager de Herramientas de Desarrollador de Particle, y Patty Felts, Product Manager Cellular de u-blox sobre la evolución a largo plazo del Internet de las Cosas.
Introducción
Como indica su nombre, la tecnología LTE (Long Term Evolution – Evolución a Largo Plazo) “evoluciona” para satisfacer las necesidades de un mundo más conectado, ya que el panorama móvil es cada vez más complejo.
Los diferentes países y operadores (carriers) han adoptado diversas tecnologías y bandas en su intento por traer LTE a proyectos de Internet de las Cosas (IoT), lo que conlleva una significativa fragmentación de mercado.
Estas fisuras y complejidades requerirán que los fabricantes de productos implementen un enfoque estratégico a prueba del futuro en sus dispositivos IoT. Algunas de estas estrategias incluyen la utilización de eSIM, módulos multibanda y compatibles en pines y plataformas MVNO/IoT.
Amplio futuro para el Internet de las Cosas
Aunque Internet de las Cosas (IoT) ha recibido últimamente una gran cobertura por parte de los medios de comunicación, la práctica de añadir conectividad a las máquinas no es nueva. Los operadores de red han estado ofreciendo conectividad basada en GSM durante muchos años, en tanto que la conectividad móvil ha demostrado su éxito en una amplia gama de aplicaciones.
Lo que hace que IoT sea algo revolucionario no se encuentra en la propia idea de conectividad de dispositivo, sino en su aplicación generalizada. Del mismo modo, LTE está en disposición de revolucionar el IoT no en esencia, pero sí en escala. El bajo coste, ancho de banda y consumo de energía de LTE permitirá la llegada de aplicaciones que hasta ahora no eran posibles o viables económicamente. Y, con la previsión de alcanzar los 50.000 millones de dispositivos conectados a Internet en 20201, LTE parece convertirse en una tecnología definitiva en el desarrollo de Internet de las Cosas.
Pero para los creadores de soluciones ya desplegadas y basadas en redes legacy, el salto a LTE implica tanto oportunidades como riesgos. En la carrera por implementar (y definir) el futuro de LTE, los países, los operadores y los fabricantes de hardware han adoptado diferentes tecnologías y bandas móviles. Como consecuencia, el panorama LTE está cada vez más fragmentado y es cada vez más complejo.
A pesar de estos retos, la transición a LTE parece inevitable. Por lo tanto, la responsabilidad de ofrecer enfoques flexibles y estratégicos a prueba de futuro ha recaído sobre los fabricantes de productos y dispositivos IoT.
Continua en El futuro de la tecnología móvil
Nota 1: http://www.cisco.com/c/dam/en_us/about/ac79/docs/innov/IoT_IBSG_0411FINAL.pdf