Con el modelo ADFA 2, Narda Safety Test Solutions presenta la segunda versión de su antena automática precisa “Direction Finding” recientemente desarrollada.
Los ingenieros especialistas de medición de Narda han más que triplicado el rango de frecuencias de esta antena DF automática. Conectada al receptor en tiempo real de alta potencia SignalShark de la firma, puede localizar automáticamente, con gran precisión y seguridad, señales de entre 10 MHz y 8 GHz (ADFA 1: 200 MHz – 2,7 GHz).
Y, al igual que su hermana pequeña, la ADFA 2 proporciona, en pocos segundos, unos resultados estables de medición incomparables a los que no les afectan las reflexiones.
Gracias a su amplio rango de frecuencias, se cubren con total seguridad tareas de localización tanto con frecuencias bajas como con las altas frecuencias de las futuras aplicaciones 5G.
La antena, compacta y universal, combina, de una forma única en el mercado, una gama de frecuencias inmensamente grande con un mínimo de gasto en equipos. Esto hace que la ADFA 2 sea especialmente interesante para los operadores de redes de telefonía móvil, autoridades reguladoras y para su uso en el sector militar.
La ADFA 2 está compuesta, principalmente, por un nivel con nueve elementos de antena (dipolos), así como de una antena de referencia omnidireccional.
Trabajando con la nueva antena
Para su utilización móvil, la ADFA 2 también se puede montar, de manera sencilla y totalmente reversible, sobre el techo de un coche con ayuda de un soporte magnético y, con un solo cable se puede conectar al SignalShark.
De esta manera proporciona mediciones precisas y una alta precisión incluso sin las habituales tablas de corrección para vehículos y trípodes.
Mientras viaja en el vehículo, el profesional de la metrología aparte de mostrar simplemente la dirección calculada sobre la pantalla del SignalShark, también tiene la posibilidad de disponer un mapa de calor sobre un mapa cartográfico guardado. El potente software de localización del equipo muestra automáticamente al usuario dónde se esconde, con toda probabilidad, el elemento perturbador buscado. Para ello, el usuario no necesita ni un ordenador externo ni un asistente.