Cobham Wireless ha anunciado la introducción de una nueva y disruptiva plataforma tecnológica para su línea de antenas de seguimiento basadas en tierra para operativa telefónica marítima.
Dichas antenas han sido diseñadas como un facilitador para las nuevas constelaciones LEO/MEO de alto rendimiento emergentes que aprovechan los vehículos espaciales CubeSat y SmallSat.
Las nuevas antenas para seguimiento de Cobham permiten disminuir el coste total de propiedad, ya que disminuyen significativamente el consumo energético además de entregar ahorros tangibles en despliegues y mantenimientos.
De forma única, la solución de nueva generación de Cobham es entregada como un sistema completo e integrado, incluyendo radomo, controlador de antena, feeds y RF (BUC y LNB) específico de cliente, además de funcionalidad de auto-tracking embebida, mejorando el rendimiento del enlace y contribuyendo a un mayor rendimiento y disponibilidad de servicio para el usuario final.
Estas antenas de seguimiento se encuentran actualmente disponibles para bandas L, S, C, X, Ku, Ka, y E, con tamaños de reflector de antena que varían entre los 60 y los 6 cm. También incorpora la tecnología de estabilización de la antena desarrollada por la misma compañía.
La tecnología Zero Gravity de Cobham basada en tres ejes para antenas terrestres permite balancear el sistema entero para entregar un paso de cambio en el consumo energético para los clientes de Cobham. La solución co-localiza el centro de gravedad de la antena con su centro de rotación, resultando en una pista sin esfuerzo que casi no requiere alimentación.
Detalles en las antenas de seguimiento
Independientemente del tamaño, estas nuevas antenas Sea Tel Tracker consumen solamente 200 vatios, con un ahorro adicional posible gracias al uso de un generador de backup de 500 vatios, comparado con el generador de backup de más de 5 KW que necesitan otras antenas.
El ahorro en la infraestructura de alimentación puede redundar, con estas antenas de Cobham, el 90%, mientras que el ahorro en el consumo puede llegar a ser de un 87% en un caso de uso típico.