Ir más allá de lo imaginado
Estos ejemplos de la transformación digital son solo el principio: hay muchas más oportunidades para mejorar la asistencia médica a través de la digitalización.
Por ejemplo, las historias clínicas de los pacientes. Un número considerable de ellas sigue escribiéndose inicialmente en papel y requiere una posterior transcripción. A menudo, se almacenan en un único sistema dentro de un único centro o proveedor. El cambio a una historia clínica electrónica (EHR) o a un historial médico electrónico (EMR) totalmente digitales, en los que se toman notas en dispositivos portátiles, abre un mundo de oportunidades para mejorar la atención y la eficiencia. Los EMR pueden ser compartidos por los profesionales de la medicina y sus organizaciones para garantizar que quien sea responsable de la atención de un paciente tenga información completa y actualizada sobre él. Además, al reducir la carga administrativa para el personal médico, este cuenta con más tiempo para tratar a los pacientes.
Las tecnologías de libro mayor distribuido (DLT) son también importantes, ya que proporcionan una forma de gestionar las bases de datos interoperables de los EMR, al tiempo que protegen la privacidad de los pacientes y la información confidencial. Además, las DLT ayudan a formalizar la administración de los historiales médicos de las personas y, por lo tanto, ofrecen un medio para gestionar los permisos sobre el uso de los datos. Esto puede significar que los pacientes puedan realmente adueñarse de sus historias clínicas. Muchas DLT funcionan almacenando en el libro mayor metadatos sobre la propiedad de los datos y los derechos de acceso, en lugar de los propios datos del paciente. A medida que se recopilen datos médicos más numerosos y valiosos, su importancia para los profesionales de la salud y los investigadores seguirá aumentando. Las DLT los ayudarán a desatar este potencial para, en última instancia, mejorar la atención médica en el futuro.
A medida que la IA siga desarrollándose, esta creará nuevas oportunidades en todo el espectro de la asistencia médica. Muchas de ellas serán para ayudar al personal sanitario en tareas como el diagnóstico, la toma de decisiones y las intervenciones médicas (por ejemplo, la cirugía asistida por robots).
Por otra parte, la realidad mixta tiene el potencial para transformar la educación médica, al permitir que los estudiantes realicen disecciones virtuales de partes de la anatomía. Asimismo, podría servir para que los cirujanos muestren las intervenciones a los aprendices y a los pacientes, o ayudarlos en operaciones complejas dentro del quirófano.
Lograr una mayor adopción de lo digital
Con una gama de oportunidades tan variada y emocionante y con una tecnología comprobada en el ámbito médico, ¿por qué no vemos una adopción más amplia?
Este tema fue tratado en un pódcast de McKinsey por dos de los socios principales de la empresa, antes de la pandemia de COVID-19. Señalaron que los sistemas de salud se enfrentan a una presión doble. Por un lado, están los desafíos que plantean los problemas de la sociedad, como el envejecimiento de la población y el paso de enfermedades infecciosas a las no transmisibles y crónicas a largo plazo, algunas de las cuales son causadas por malos hábitos. Al mismo tiempo, los sistemas de salud tienen que hacerles frente a costos cada vez más elevados, impulsados por el cambio de las patologías predominantes y el aumento de los precios de los tratamientos y del personal.
En el pódcast, se habló de cómo la competencia, que ha impulsado la modernización y la adopción de tecnologías que aumentan la eficiencia en otros sectores, no tuvo el mismo efecto en la atención médica, generalmente por razones pragmáticas o emocionales. En consecuencia, los tratamientos más baratos o eficaces no lograron, en algunas situaciones, sustituir los métodos de trabajo establecidos. Irónicamente, esto ha interrumpido la disrupción que ha impulsado la eficiencia en tantas otras industrias.
