Conectividad ubicua
La implementación del Internet de las cosas (IoT) ya se está acelerando en todos los sectores industriales. Actualmente, el IoT conecta dispositivos físicos como sensores, accionadores, bombas y coches. En los próximos años, miles de millones de esos dispositivos necesitarán conectividad de red para poder comunicarse de manera fiable con los servicios en la nube.
El aumento de la capacidad de la tecnología de celdas pequeñas de 5G puede permitir los dispositivos IoT y la conectividad de máquina a máquina (M2M) a gran escala. En comparación con el 4G LTE, el 5G ofrece un ancho de banda 1000 veces mayor por unidad de área, un tráfico 10000 veces superior y permite la conexión de 100 dispositivos más por unidad de área.
Rendimiento en tiempo real
En cuanto el IoT alcance el ámbito industrial, la conectividad deberá soportar aplicaciones como el control remoto de máquinas, drones y aplicaciones robóticas, bucles de control industrial sensibles al tiempo, navegación de automóviles sin conductor o telecirugía. Para estas aplicaciones cruciales, no basta solo con una velocidad alta de bits.
Y, para lograr un rendimiento en tiempo real, las latencias también deben ser muy bajas.
Las normas 5G amplían los servicios inalámbricos de banda ancha más allá de la capacidad de internet móvil a las aplicaciones del IoT que requieren comunicaciones sumamente fiables, rápidas y estratégicas.
Eficiencias energéticas
Mientras que el 4G es principalmente una solución de movilidad, el 5G (además de mejorar la movilidad) está dirigido a las aplicaciones fijas inalámbricas y a las aplicaciones industriales del IoT en las que los dispositivos funcionan en entornos exigentes, disponen de un suministro eléctrico limitado y deben estar operativos durante décadas. Por eso, el 5G está diseñado para reducir el consumo de energía hasta un 90 por ciento en comparación con el 4G e incrementar la duración de las baterías de los dispositivos del IoT hasta 10 años.
Seguridad y fiabilidad
Hablando en términos relativos, la comunicación a través de la conectividad inalámbrica es más fácil de interceptar y más susceptible a los ataques de intermediarios. En los escenarios de uso del IoT, la conectividad inalámbrica de baja potencia es propensa a errores en la velocidad de bits y pérdidas de conexión. Se prevé que el resistente diseño del 5G ofrezca una disponibilidad del 99,999 por ciento e incluya autentificación recíproca, elementos locales seguros, cifrado TLS y actualizaciones inalámbricas (OTA) de firmware para los sistemas electrónicos 5G. Al igual que las máquinas virtuales de las plataformas de hardware virtualizadas, los recursos de conectividad 5G pueden segmentarse como «fragmentos de red». La fragmentación de red del 5G permite a los proveedores de servicios crear redes virtuales de extremo a extremo, específicas para cada aplicación, que proporcionan una seguridad adicional.