Desde hace un tiempo se viene hablando de LTE en bandas libres o LTE-U, de su implementación y hay grandes empresas, como Huawei, que ya tienen equipos con esta tecnología.
La principal diferencia de este LTE con el que utiliza bandas licenciadas y están implementando operadores móviles en todo el mundo es principalmente la frecuencia que utiliza. Mientras que GSM, CDMA, HSPA y LTE utilizan bandas licenciadas por las que los operadores tienen que pagar grandes sumas de dinero, LTE-U utiliza la banda de 5 GHz que es de libre uso, aunque regulada (ver artículo Las bandas libres de frecuencias de este blog), en prácticamente todo el mundo.
Tanto los operadores como los fabricantes de chips y de dispositivos están de acuerdo que esta podría ser una gran oportunidad, ¿Por qué no usar la tecnología que tanto éxito nos ha dado y que sabemos manejar en una frecuencia por la que no tenemos que pagar nada? Planteado de esta manera, parece claro que hay que desarrollar la tecnología y desplegar estas redes, más cuando el constante aumento del uso de datos en las redes móviles está volviendo insaciables a las operadoras móviles en su búsqueda de nuevas frecuencias donde operar.
Si empezamos a pensar un poco más en detalle esta nueva solución nos encontramos con un problema particularmente importante, la banda de 5 GHz es donde opera WiFi y particularmente 802.11ac solamente funciona en esta frecuencia. Este nuevo protocolo ya no funciona en 2,4 GHz como su predecesor 802.11n que si funciona en las dos bandas. Esto quiere decir que el despliegue de una red LTE-U en 5 GHz podría, o bien competir con WiFi o bien hacer que esta sea inutilizable. Veamos por qué.
Las redes WiFi han sido diseñadas desde el principio para un trabajo colaborativo en una banda de frecuencia donde muchos dispositivos des coordinados trabajarían juntos interfiriéndose unos a otros, y gracias a este diseño e ingeniería del protocolo de transmisión de WiFi es que hoy en día podemos tener tantas redes WiFi trabajando en una misma zona. Por el contrario, LTE ha sido diseñado para trabajar en una banda de frecuencia controlada por un solo grupo y donde la transmisión está regulada y coordinada, por lo que el protocolo no toma en cuenta que se puedan trabajar varias radios usando las mismas frecuencias en zonas cercanas.
Esto significa que LTE no está preparado para un ambiente donde varios operadores sin coordinación de frecuencias se van a pelear por transmitir más y donde al mismo tiempo habrá montones de redes WiFi transmitiendo. Para WiFi esto supondría también un problema grave, ya que la forma de transmisión de su protocolo respeta el uso del medio de transmisión. Un dispositivo WiFi evita transmitir cuando hay otro transmitiendo, pero LTE no actúa de esta manera y transmite todo el tiempo, haciendo que los dispositivos WiFi, bajo ciertas condiciones, deban esperar indefinidamente para transmitir o recibir datos.
Viendo estas cuestiones técnicas, podría ser el fin de WiFi en la banda de 5 GHz si se despliegan redes LTE en bandas libres LTE-U como las actuales redes móviles.
Este escenario catastrófico es, desde mi punto de vista, poco probable. Tiendo a pensar que más bien no se desplegarán redes LTE en 5 GHz y que esta tecnología tendrá corto recorrido. La razón es principalmente económica. Actualmente, las operadores móviles tienen un problema con el constante incremento de datos en sus redes, es verdad, y la solución que se está buscando ahora e implementando es descargar estos datos a través de WiFi. Esto abarata los costes de las operadoras enormemente, por lo que más bien les conviene que haya muchos APs y que estos sean accesibles, por eso se están desarrollando tecnologías como Hotspot 2.0 (ver entrada del blog Hot Spot y Hot Spot 2.0).
Pienso que a las operadoras les conviene económicamente hacer “WiFi offload” para evitar mayor despliegue de sus propias redes de acceso y transmisión y tener Hot Spots de Wi-Fi que, además, crearían nuevos casos de negocio.
Por otro lado, la tecnología WiFi es relativamente sencilla comparada con LTE y está bastante madura, por lo que el coste de implementación y el coste de los equipos es verdaderamente bajo, particularmente comparado con equipamiento LTE, con lo que no me imagino a los operadores de móviles desplegando LTE en bandas libres LTE-U y gastando grandes cantidades de dinero cuando lo podría hacer con WiFi a un coste menor.
Por ahora LTE-U está básicamente en prueba y WiFi 802.11ac apenas empezando a despegar, ya veremos cómo evolucionan las dos.