Todas las empresas o directores de IT que necesitan poner una red WiFi en sus empresas o locales piden siempre que tenga controlador y a veces ni siquiera están seguros cuál es la función de esta pieza de la red. Para complicar el tema, grandes fabricantes están dejando de usar controladores.
Los controladores en una red WiFi empezaron a usarse hace muchos años para poder comunicar a los puntos de acceso (APs) de una red entre sí y para que las sesiones IP y llamadas pudieran mantenerse mientras un usuario se movía por la red pasando de AP en AP.
Después fueron evolucionando y agregando funcionalidades, llegando a controlar en tiempo real el número de usuarios de cada AP, el tráfico de datos, el canal de transmisión y la potencia para adaptar a cada punto de acceso a las condiciones de uso en cada momento. Últimamente, los controladores incluyen otras funcionalidades para gestionar cierta información sobre los clientes conectados a la red, autenticación y conexión a la red inalámbrica, etc.
Las redes con controladores lograron hacer más fácil la instalación y mucho más rápida la adaptación de la red a las condiciones de uso, y particularmente para espacios muy grandes o con muchos usuarios como centros de convenciones, grandes hoteles, universidades o estadios facilitan la gestión de la red inalámbrica y la experiencia de los usuarios y hacen más fácil en trabajo de los técnicos que deben buscar averías o cambiar puntos de acceso en la red.
Como contrapartida, los controladores hacen a las redes inalámbricas más estáticas al tener un punto único al que estar conectados todos los dispositivos y por donde debe pasar toda la información y las encarecen considerablemente, sobre todo para redes pequeñas.
Grandes empresas del sector como Ruckus acaban de lanzar equipos que no necesitan controlador o Proxim Wireless que nunca lo ha tenido. Esto implica un cambio de visión en el mercado, al darse cuenta que, si bien el controlador ayuda en ciertos escenarios, encarece demasiado una solución en otro tipo de escenarios. Por ejemplo en una cadena de tiendas, redes de Hot Spot o en gasolineras donde el conjunto de APs es muy grande para la cadena de tiendas pero el número de APs por tienda o Hot Spot es muy pequeño, la necesidad de un controlador como lo definimos aquí se diluye.
La nueva tendencia de las grandes empresas fabricantes, para poder dar el mejor valor a los clientes, es tener un híbrido entre controlador y gestor de red ya que básicamente todos los tipos de despliegues WiFi requieren gestión de alarmas, de incidencias y clientes conectados, mientras que hay ejemplos como el anterior de las cadenas de tiendas que no necesitan controlador aunque si una gestión centralizada. Este servidor de gestión puede estar incluso en la nube, bien sea en un servidor exterior a la compañía o en un data center interno, pero que gestiona una amplia zona geográfica, como puede ser un país o incluso todas las localidades a nivel mundial, de esta manera hay ahorros importantes en las operaciones de la red WiFi y el control centralizado permite que la estandarización de la configuración y seguridad aumenten.
Para los instaladores e integradores tener una sola herramienta de gestión y control de redes WiFi facilita enormemente su trabajo y crea nuevas oportunidades de negocio. Con la funcionalidad de controlador la instalación de nuevos APs se hace muy sencilla al adaptar fácilmente la configuración de todos los APs o de los ya existentes, además con el gestor de red, desde un punto centralizado, se pueden cargar nuevas versiones de software, cambiar parámetros claves de la configuración como las claves de acceso de una sola vez y gestionar alarmas y clientes de redes dispersas o muy grandes desde un solo sitio.
Hay dos puntos adicionales que hacen la diferencia entre redes inalámbricas complejas bien gestionadas y soluciones de WiFi con controlador. Los nuevos sistemas híbridos de gestión y controlador pueden, además de trabajar con puntos de acceso WiFi, gestionar y trabajar como controlador de redes inalámbricas más extensas como redes Broadband de acceso a Internet manejando la potencia y clientes de las estaciones base que dan cobertura a extensas zonas geográficas y no solo a edificios como el caso de WiFi.
La segunda característica que ayuda a los integradores a generar más negocio es que los sistemas de control se pueden dividir en zonas, tipos de equipos y por supuesto por redes, dando posibilidad de ofrecer servicios de gestión de redes inalámbricas y cableadas teniendo la monitorización de la red en tiempo real en un servidor local del integrador llegando incluso a reportar incidencias antes de que el usuario las haya detectado.
Todas las soluciones evolucionan para dar al usuario y a las empresas mayores prestaciones y facilidad de uso, también es el caso de las redes WiFi e inalámbricas en general con el uso de controladores y software de gestión de red integrado con funciones que se complementan.
Nuestro agradecimiento a Peoples Network por su foto ilustrativa.
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