Por razones de trabajo, uso mucho los aviones tanto en vuelos cortos Europeos como vuelos más largos. En todas las aerolíneas utilizan más o menos es el mismo formato para los servicios de entretenimiento a bordo.

Los vuelos cortos no tienen ningún tipo de servicio o pantallas comunes con información normalmente turística. Los vuelos largos o aviones grandes tienen pantallas individuales con películas, series, juegos, etc., una variedad muy completa para hacer más amenas las largas horas de viaje.

Se preguntarán porque en un blog de tecnología inalámbrica hablo del entretenimiento a bordo. La razón es que algunas aerolíneas están empezando a poner WiFi a bordo para tener acceso a cierto tipo de contenido o información de vuelo. Inicialmente la idea era tener acceso a internet y poder acceder a contenido online, pero esto, por lo menos hasta ahora, trae muchos problemas, debido a la conexión satelital, cambio de países y regulación. Me llamó mucho la atención forma que tiene Lufthansa de dar este servicio.

Recientemente, tomé un vuelo de Lufthansa, entre Alemania y España. El avión no tenía, como es común, ningún tipo de pantalla o sistema de entretenimiento a simple vista. La tripulación nos informó antes del despegue de la posibilidad de conectarse vía WiFi para tener acceso a contenidos varios de entretenimiento. Por supuesto, me conecté con mi Tablet y vi que sin necesidad de descargar ninguna aplicación era posible ver información del vuelo, como la ruta y posición del avión, además de acceder a una serie de revistas y periódicos. Me sorprendió inicialmente que tanto las revistas como periódicos se podían descargar y guardarlos en tu dispositivo. Me pareció que para los derechos de autor esto podría ser un problema, pero después caí en la cuenta que en la terminal de Lufthansa hay periódicos y revistas a disposición de los pasajeros, entonces ¿Por qué no ponerlos en formato digital?

Adicionalmente con la descarga de una aplicación tienes acceso al resto del contenido típico de los viajes largos, como películas, series, música, etc., en este caso para evitar que el usuario pueda descargarse el contenido y usarlo posteriormente en su dispositivo creando problemas con los derechos de autor.

La forma de crear valor, en este caso, gracias a la tecnología inalámbrica, es excelente. Sin cambiar el contenido que se está ofreciendo en los vuelos grandes, se puede ampliar el servicio a todos los vuelos con una inversión pequeña, ya que no se requiere una pantalla en cada asiento, sino unos pocos APs en cada avión. Además de ahorrar la compañía y dar un servicio avanzado, el cliente queda muy satisfecho porque puede utilizar su propio dispositivo, con una interfaz ya conocida y con una calidad muy superior a las pantallas individuales de los aviones que tienen una resolución que deja mucho que desear y un contraste realmente malo.

Hay otros puntos interesantes a tomar en cuenta en la forma de ofrecer estos servicios, como es perder el miedo a tener dispositivos transmitiendo en los aviones. La posibilidad que un dispositivo WiFi interfiera con los sistemas de navegación es mucho más que baja y este tipo de aplicaciones lo demuestra. Esto hace que poco a poco cambiemos la forma en que regularmente hemos hecho cosas en los vuelos.

Las conexiones inalámbricas y particularmente el WiFi nos ayudan a tener más accesible los servicios y aplicaciones. La conectividad de forma inalámbrica está cada día más presente en muchas actividades que podríamos pensar como imposibles o remotas y hay muchas otras donde posiblemente veremos un cambio pronto, cuando se desarrollen aplicaciones o empecemos a utilizar este acceso a la información de forma diferente.